domingo, 22 de mayo de 2011

Enjoying the joint



Lo he hecho. He fumado. Lo he inhalado. Lo he empollado. Lo he liberado al mundo. Me lo he fumado. El primer porro.


A cada letra que escribo me despido tristemente de sus efectos, pero quería recoger la crónica.

Dos días de una fiesta que prometía antiguas promesas. Sexo, droga y rokn’roll. Ni sexo, ni droga, ni rokn’roll. (Otro día podría contar qué cosa fue más triste no tener).

Una fiesta que fue en desorden. ¿Bebida, cortejo, fracaso? ¿No al fracaso, cortejo, no cortejo, bebida?...El caso es que lo primerito que esperaba llegó lo ultimito. Pero a fin de cuentas, en el currículo vital de la vital, lo que cuentas es tenerlo, tarde o temprano.
 
Así que antes de recoger los bartúleos sentimientos, probé un porro de hierbas. Llamemos al porro por su nombre: Canaleta-conductora-de felicidad. Sé que no es real, es más es amargo pensar en que escribo estas líneas solo para saber de qué soy capaz huérfano de lo que yo considero mis plenas facultades.  (Y es que escribo con los dedos adormecidos, o como si no fuesen míos, sombra de una luz azulada propia del televisor de la familia de polstergeist, o del ordenador primitivo del Dr. GanG). Como digo, sé que no es real, pero en cualquier caso, la poca felicidad que yo tuviera, la sacó a flote y por momentos se ha potenciado. Y con esto quiero decir, que esta noche tuve la risa más sentida, más feliz, más…abstrayente del mundo, hacia el cielo alto, y…no me acuerdo de ni de qué me reía, pero tuve que llenar el pecho peleándome con el aire por el alquiler más de lo que debiera, [porque necesitaba más y más aire para reír más y más fuerte.]

He sentido que podía volar, y que no lo hacía, simplemente por no herir el orgullo de los que me rodeaban, y por eso me he quedado en tierra…

He llegado al salón del piso, entrando por un pasillo lúgubre, entre balanceo y balanceo de mi propio cuerpo al más puro estilo zombie, hasta encender la amarillenta-dorada luz, que convertía la escena, en el porche [alguna casa victoriana a lo Sommersby]… Y ahí me he echado en el colchón con este tercerapersonismo de mí mismo, con esta sensación de marioneta sujeta a la voluntad del porro. A escribir tantas cosas que he sentido con la ilusión del quinceañero que no hace tanto que dejé de ser…Porque para algunos un porro es…tan tonto como la virginidad, como la primera copa, como probar todo lo que precozmente se prueba ahora…Pero para mí, llegó ahora y se me adormece la boca y los labios, y hasta el pensamiento y el contemplar del desfile de mis propios movimientos, recordando todo ese adormecer y contemplar. 


Alcoholizado sin tanto alcoholizar. Adrenalinado, con mucha adrenalina, eso sí. Fueron tantas cosas que cuento en desorden y que juro ahora que mañana ordenaré, aunque sea mentira y realmente lo que quiera decir sea tal cual y en el orden que ahora decido…Fueron tantas…¿y ese alzar de manos de cera mientras yo deducía pestañas [barnizadas] al viento? ¿Y ese latir de los párpados y ese pestañeo del corazón cuando ves a tantas personas juntas, tan diferentes y tan parecidas, que te enamoras de todo el mundo por su brillo nacarado de misticismo?



¿Sabéis qué? Llamadme hippie. O Flipy. Pero a ese porro le faltó un aliñito de pétalos, de estos reconfortantes; incluso desde antes de ser fumado. Porque la música, la letra, y la cantante monologuista, eso lo pedían. Incitaban a ello. Y, o todo valía y yo para nada servía, o nada valía para lo que yo servía, el producto fue el mismo, y de fondo el mismo el telón. Sin saber qué fue este porro lo que pudo estropear.

Ellos dicen, “te sugestionas”, “te lo imaginas”…¡Pero qué indignante! ¿Por qué dudar de algo que no puedo haber imaginado porque nunca he experimentado? Han sido 3-4 caladas (no recuerdo) que no dan para mucho. Pero a mí sí ¿y qué? 3-4 caladas, como 3-4 porros tuyos, si yo digo que yo he cambiado, es que lo he hecho.

Riendo con fuerza, viviendo la paciencia, recordando con amargura, la del limón, y la del pomelo.

Ah sí, antes de probarlo (ahora me acuerdo) anoté en mi chapucero-bloc de notas, alguna sensación más. Como la auto-encarnación en cabAllero de hojalata, cuando el vibrar de los altavoces que hace vibrar el latón de tu pecho…eso se suma a esas manos de cera danzantes. A ese olor imaginario a champú; a esa imaginaria fusión de carmesíes, mucho más lejos de allí con otra cabEllera…


Desde luego a todo este desprovecho de contar la lentitud del cuerpo, la deambulación, el lengüeteo, y ese regustillo de abstracción, le debo una respuesta. En forma de opinión, o descripción más objetiva, fuera del cuerpo del moñamente narcotizado sujeto. En forma de mí absuelto de estos efectos de una bebida muy fina, con un cariz metálico que engrasa las visagras de mi danzar. Porque eso, también es porro.

Qué ingenuidad, qué frescura e ignorancia, que todo lo flipo como lo que ya dije, el quinceañero que fui (sin duda con otras pretensiones aún). Esto lo escribo para compartirlo contigo; para que te rías del relato de una primera vez, o para que lo deleznes, o desdeñes o lo pongas en [tu] bandeja de reciclaje, de intenciones o emociones.

Lo dejo, no escribo más. Mañana valoraré si fue mejor la idea de dejar esto tal cual fue escrito sobre las 3:30 de la mañana de la fiesta, o darle una cronología, que a la vez será [anacrónica.]

¿Y esos colores en la luz? ¿Qué excitante fue todo no? ¿El sexo despertado?¿Como si [Afrodita] se personase? Te convence de tí mismo y tu capacidad.


La tensión ocular me subió, tenía los ojos tiesos y extensos como platos… ¿Me cambiaría el gesto? ¿O seguiría teniendo el de tonto de siempre…?

Sin duda lo mejor de todo, fue ese mineral tetraédrico, esa gema propia de la cabeza de un SIMS, dentro de mí, increíblemente gelatinoide, haciendo burbujas cíclicamente autocerrables, estallando del ombligo al corazón y volviendo a renacer, continuamente. Con esta pesadez de párpados…Creo que diré Astra las Estrellas Astrománticos, [escribo] con los ojos cerrados… ¿Qué tal fue? ¿Todo bien? He abierto los ojos, [me he quedado dormido escribiendo y he seguido haciéndolo] estoy realmente mal de la azotea…

Ya diré algo más maduro.
Ahora sí

Astra las Estrellas astrománticos!!

1 comentario:

Empty Zone dijo...

Brutal. Como todas las entradas. Que aunque las había leído nunca me había dado por comentar. Me da un poco de alergia los blog y todo el rollo de comentar y tal. Con lo que me gustó y de lo que me sirvió en su tiempo, qué se le va a hacer. Aunque me está volviendo a entrar la pelusilla...

Crack, que sepas que nos quedan tantas cosas por probar.
¡Que tenemos 28 años y hay que aprovechar antes de que nos llegue la treintena!

"Sólo hay arte por y para los demás" Jean-Paul Sartre.
Que sepas que yo, al menos, estaré aquí leyéndote, aunque no de muestras de ello. Así que no pares. Nunca dejes de escribir Arte.